La organización bomberil nace históricamente en la Roma republicana del año 70. A la caída del Imperio en el siglo V de nuestra era, desaparecen durante el periodo de la Edad Media las formas organizadas de combate contra incendios y reaparecen de nuevo junto con el renacimiento del siglo XV.
El fuego forma parte de nuestras vidas, contribuyendo a nuestro bienestar o amenazando nuestros bienes y hasta la propia vida. El hombre ha estado siempre fascinado por este elemento, que ha sido su compañero en el progreso y su enemigo en la destrucción. Por eso ha tratado de dominarlo, integrándolo en la civilización, y de armarse para protegerse de sus efectos devastadores.
SIN LA CONCIENCIACION DEL CIUDADANO, LA LUCHA CONTRA EL FUEGO RESULTA EXTRAORDINARIAMENTE DIFICIL.